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CENTRO CULTURAL FLORENCIO CONSTANTINO. BRAGADO

Proyecto.
Arq. Juan Carlos Etulain – Arq. Gustavo Páez – Arq. Leandro Varela

Colaboradores:  Arq. Javier Cercato - Arq. Natalia Laberne - Arq. Manuel Landivar –Arq. Federico Luque

Asesor Estructural: Ing. Roberto Scasso

Asesor Iluminación: Alejandro Lo Grasso

Localización de la obra:
Bragado. Bs. As.

Fecha de realización:
2011-2012

Superficie construida:

2500 m2

Memoria descriptiva.

La propuesta de intervención parte de la premisa de entender el valor simbólico y funcional del edificio a intervenir ubicado en un lugar singular de la estructura física de la ciudad, su centro cívico, al cual la intervención se propone cualificar, entendiendo que ¨intervención y mejora sean términos compatibles¨.

Del análisis del lugar, se reconoce que el edificio aporta a la construcción del patrimonio cultural existente entorno a la Plaza 25 de Mayo, donde existen importantes equipamientos vinculado con lo cultural, institucional y religioso, que la caracterizan y enmarcan. Ellos son: la Escuela N 1 Bernardino Rivadavia, el Colegio Nacional, el Palacio Municipal, la Iglesia Santa Rosa de Lima y el Hogar de Ancianos San Vicente de Paúl.

Dentro de este paisaje urbano singular, se inserta la intervención arquitectónica de completamiento del Teatro Florencio Constantino (construido 25/11/1912 y demolido parcialmente en febrero de 1979) y del edificio de la Escuela de Arte, que en su conjunto conformarán un complejo o Centro Cultural de gran importancia para la ciudad de Bragado.

La idea arquitectónica:

La profundización del problema a resolver nos llevó a entender que la intervención iba mucho más allá que lo solicitado por la Municipalidad de Bragado, que consistía en la resolución de la fachada demolida del antiguo Teatro, su hall y accesos laterales a partir de una estructura pre-existente.

Se partió de la idea que el complejo o ¨Centro Cultural¨ para su conformación como edificio debía tener una respuesta integral, que articule las diferentes actividades y funciones que conforman el programa de necesidades, así como su inserción como espectador privilegiado al espacio urbano de mayor entidad de la ciudad.

La implementación de esta idea, llevó a tomar decisiones tanto en el vacío lateral al Teatro, como en lo construido existente. En relación al vacío, se propuso la conformación de un espacio urbano o ¨Plazoleta Cultural¨, mediante el cubrimiento del prefigurado patio ingles. La misma, actúa como condensadora de actividades, distribuidora funcional y de ensanche del espacio público, a partir de la continuidad de la vereda y la incorporación visual de la Plaza 25 de Mayo desde el interior del Centro Cultural.

Esta intervención sobre el vacío existente, llevó a reconceptualizar el funcionamiento simétrico y frontal del Teatro, pasando a pertenecer a una esquina delimitada por un lado por la plaza principal de la ciudad y por el otro, por la Plazoleta Cultural propuesta. Esta reinterpretación llevó al tratamiento y diseño de una fachada-retablo ampliada, que se introduce al interior de la manzana hasta alcanzar como telón de fondo a la Escuela de Arte.

La Plazoleta Cultural propuesta, está alimentada a partir de distintos usos que la bordean y configuran. El Hall del Teatro que se apropia visual y funcionalmente de la misma; el nuevo acceso a la Sala Domine y al Hall de Exposiciones del Centro Cultural propuesto en el subsuelo, mediante un volumen que enchapa la medianera, generando una fachada interior y la articulación morfológica con la edificación lindera existente, así como la iluminación cenital indirecta hacia el nuevo Hall de Exposiciones, que complementa a la luz cenital directa, generada por paños de vidrios incorporados en el diseño del piso de la plazoleta, actuando como celosía horizontal (de manera similar a la diseñada en la fachada-retablo) que permite filtrar rayos de luz que brindan dinamismo durante el día al Hall y por la noche a la plazoleta. Como remate se propone el Café de las Artes, que se ubica en la planta baja junto al acceso a la Escuela de Arte y la Administración del Centro Cultural.

El diseño de la Plazoleta refuerza la integración del edificio en el conjunto haciendo introducir el espacio público, acompañando el volumen de enchape de la medianera propuesto y actuando como escalinata para sentarse y contemplar la Plaza 25 de Mayo.

El diseño de la fachada, su concepción

Frente al interrogante de cómo actuar en la ciudad consolidada y la existencia -como ya se ha mencionado- de un variado patrimonio arquitectónico entorno a la plaza que conforman el centro cívico, se partió de la idea de enfrentarse a la presencia física del pasado o memoria local, asumiéndola como material de trabajo o instrumento de proyecto.

Para satisfacer las exigencias que planteaba esta inserción urbana, se ha proyectado una ¨fachada-retablo pétrea¨ o muraria de fácil materialidad, que en su composición se manifiestan de manera aggiornada los criterios de diseño de los edificios que fueron acompañando la creación y consolidación de los pueblos de la Provincia de Buenos Aires a partir de su autonomía en 1854 (Bragado, es uno de los primeros pueblos creados).

La fachada-retablo, no quiere ni puede competir con los órdenes clásicos demolidos del antiguo Teatro y de los edificios singulares del entorno existente. Se organiza a partir de un juego de llenos y vacíos que van caracterizando las distintas partes del Centro Cultural, pero dentro de una concepción de piel o fachada unitaria.

Sin mostrar simetrías, ofrece como elemento clave el contrapunto existente entre una composición rítmica y otra aleatoria de los huecos o aventanamientos, a partir de una estudiada relación interior-exterior del edificio, conformando un verdadero ¨tapiz tectónico, de este retablo celebratorio a Florencio Constantino.¨

La composición rítmica, enfatiza y busca una integración visual tanto con la Plazoleta Cultural propuesta, como con la Escuela N° 1 Bernardino Rivadavia, referencia ineludible del paisaje a ser captada desde el Centro Cultural.

La piel calada del edificio se ha concebido para desdibujar sus propios límites.  De día, la composición aleatoria o ¨celosía¨ filtra la luz solar generando dinamismo a espacios centralizados (Hall del Teatro) y otorga flexibilidad de armado a espacios indeterminados o cambiantes en el tiempo (Escuela de Arte). A la vez que permite a los usuarios ver sin ser vistos.

De noche, esta celosía convierte al Centro Cultural en un enorme ¨fanal¨ que sirve como referencia al pasante. Este elemento compositivo resuelve un aspecto clave de la fachada-retablo, como es la integración en una pieza única del hueco de la terraza a la que desborda el Auditorium en la última planta, desde el cual se pueden obtener distintas imágenes o postales de la Plaza 25 de Mayo y la Iglesia Santa Rosa de Lima.

Finalmente ésta pieza arquitectónica, puede contribuir a funcionar como una pantalla gigante del Centro Cívico de la ciudad, para la realización de espectáculos masivos al aire libre o promocionar eventos singulares,  cubriéndose con un telón temporario que se sujeta a la estructura principal de la celosía propuesta.

El funcionamiento propuesto para el Centro Cultural

La planta baja, situada a + 0.85 mtrs organiza y estructura el funcionamiento de todo el edificio. A partir de una clara definición de los accesos, produce una adecuada transición entre lo público-semipúblico y privado, así como entre lo masivo, grupal e individual.

El acceso al Teatro se ha jerarquizado a partir de la ampliación de sus escalinatas y un sistema de puertas pivotantes, las cuales pueden permitir generar una apertura total del cerramiento para funciones masivas. Por otra parte, el Hall en triple altura genera una especialidad y un espacio para ser usado para otras actividades a parte de la específica, en donde balconean las distintas bandejas de acceso al Teatro. Asimismo, este espacio significativo se conecta en vertical con el sistema de escaleras contenidas en las Torres, y por la batería de ascensores que articula este espacio con el acceso a la Escuela de Artes.

Al resto del complejo, se le accede por medio de la Plazoleta Cultural, la cual esta controlada con un sistema de cerramiento corredizo y una puerta pivotante que permite distintos grados de vinculación entre lo público y semipúblico, desde lo totalmente abierto hasta al acceso acotado. Esta situación esta enmarcada por las presencia de una marquesina que cumple un doble rol. Por una parte, completa la composición de la fachada-retablo, dando escala peatonal y articulando con la edificación vecina. Por otra parte, genera un semicubierto, que permite el funcionamiento protegido de la boletería del Centro Cultural.

A partir de una escalinata o la rampa, se llega a la Plazoleta Cultural desde donde se puede acceder al resto del edificio: la Escuela de Arte,  Hall de Exposiciones y Sala Domine. Como remate de la misma, como ya se ha expresado, se encuentra el Café de las Artes el que se apropia funcionalmente de la plazoleta y visualmente de la Plaza 25 de Mayo. Completan esta planta, el espacio destinado para el funcionamiento de la Secretaria de Cultura Municipal, la Administración del Centro Cultural y la Sala Principal del Teatro.

La planta de subsuelo, se organiza a partir de un eje que va articulando el sistema de movimiento vertical del Teatro y la Escuela de Arte, con los distintos foyeres o halles de accesos a las restantes funciones que componen la planta: Sala Domine, Hall de Exposiciones, Micro cine, Biblioteca y Camarines. Por otra parte, estos espacios principales se encuentran apoyados por servicios, que van alojando funciones relacionadas con el Centro Cultural (Cisterna y equipo de bombeo, Sala de Maquinas y Sala para los Tableros de Comando), así como se han previsto espacios para depósitos de las actividades que se desarrollan en este nivel.

Un aspecto a resaltar, es que se ha diferenciado el acceso a la Sala Domine con la salida de emergencia del subsuelo, que se materializaban por una de las escalera que funcionaba como acceso a la Sala desde el foyer, siendo este acceso trasladado hacia la medianera, a partir de la utilización de la escalera de hormigón existente en el hueco o vacio transformado en la Plazoleta Cultural.

El resto de las plantas o niveles (1, 2 y 3 piso), van incorporando las demás actividades sugeridas por el programa de necesidades. Como techo del Hall del Teatro se localiza el Auditórium, al cual el público accede por la batería de ascensores y la escalera que se encuentra frente a ellos, quedando la escalera de la otra Torre, destinada para acceso técnico y como salida de emergencia. Tanto el foyer del Auditórium como el Auditórium, se vinculan con la terraza localizada en el último nivel, desde la cual se tiene presencia del Centro Cívico de la ciudad.

Esta parte del edificio se articula con el área de formación artística solicitada ubicada en el edificio que actúa como remate a la Plazoleta Cultural, a partir del Hall existente entre la batería de ascensores y la escalera de acceso a la Escuela de Arte.

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